Ir al contenido principal

¿Es posible escribirse en la vida? Y otras preguntas de antaño


“Nunca pensé que los novelistas quisiesen decir más de lo que dicen”
–Gabriel García Márquez.

Al leer “Es posible leer en la escuela” me sentí abrazada por un extraño en cualquier parada de transporte público. Como si todo lo que alguien hubiese dicho sobre la seguridad fuera ilusorio. Me atrevería a decir que a los maestros les da miedo plantearse una comunidad de lectores y es evidente que a ciertos gobiernos no les conviene que su juventud sea capaz de expresar sus ideales y reproducir sus convicciones.  El dar a leer como se está “dando a leer” en las escuelas es un problema de seguridad; hay mucho miedo. Miedo a no tener la razón, a tenerla y miedo al miedo. Cada día reflexiono un poco más acerca de este asunto. Es evidente que la culpa no es netamente del maestro, ¿entonces qué rol cumple el alumno en este proceso?
Cuando Gabriel García Márquez habla sobre la experiencia de su hijo Gonzalo, inmediatamente pensé en mi experiencia como alumna. Mi bachillerato es "británico", para graduarme tuve que pasar ciertos exámenes auspiciados por la universidad de Cambridge. Dentro de esos exámenes, se encontraba el núcleo del castellano, que constaba de tres a seis exámenes –dependiendo de si tomabas literatura en español o no-. En la escuela me prepararon para pasar ese examen. Se nos inculcó la casi lectura de “El coronel no tiene quien le escriba” dentro de una colección de literatura de post guerra. Se nos preparó para responder exactamente lo mismo: “cuál era la simbología del gallo”. Yo no podía entender para qué García Márquez usaría a un gallo para representar el valor, el orgullo, a los franceses, la revolución y quien sabe que otras cosas que le restaban importancia a un valor como lo es la esperanza. Leyendo que García Márquez cambió el final, y que realmente el gallo iba a morir; me decepcionó un poco. Me siento víctima de una mentira.
¿Tres años de mi vida estudiando que el gallo, que el cheque, que la post-guerra, para que él no lo matara en su texto por lastima? Así nos pasa a muchos. A veces salvándonos de una mentira nos condenan a una desdicha de verdades absurdas. Eso duele, no tan profundo pero en algún punto lo hace. Si yo me siento ofendida con eso, ¿Cómo se sentirán las personas que dedican su vida a la literatura y a enseñarla propiamente? No creo que sepan que viven en un engaño. “Los profesores de literatura pervierten a sus alumnos” sin duda lo hacen. Es una verdad el hecho de que la simplicidad recoge todo el aprendizaje. Aunque los niños y niñas sean esponjas, son más que contexto, simplemente son y con eso basta para que vivan. Todas esas filosofías en las que se explica: el origen de las cosas y el origen de nosotros como especie, son una búsqueda sofocante de la seguridad y en casos una reafirmación de la vanidad que nos caracteriza. Pero, eso está “bien” porque la sociedad y la escuela nos han educado a no ser conformistas, a saber la respuesta absoluta de todo, para no ser incultos, para no ser ignorantes… y de esa manera hacernos ignorar lo que es importante.
“En síntesis, un curso de literatura no debería ser más que una buena guía de lecturas. Cualquier otra pretensión no sirve nada más que para asustar a los niños”; entonces hablamos de una triple perdida de la seguridad social. Niños con miedo a leer, maestros con miedo a enseñar, gobiernos con miedo a perder el control. Se ha demostrado que el niño aprende más cuando está en constante experimento con el contenido que se le quiere enseñar. En una era tecnológica, en donde el libro pierde su protagonismo y se convierte en el debilucho de la historia, es cuando más debemos impulsar a que se trabaje con los cuentos, las novelas, los textos que les significan algo a los niños.
“Por otra parte, la lectura misma debe parcelarse y reducirse, en un principio, a sus elementos supuestamente más simples: lectura mecánica primero, comprensiva después y critica solo al final de la escolaridad” Es aburridísimo, sin sentido y una total pérdida de tiempo. A un niño no le vale de nada saberse el abecedario cuando no puede participar activamente en una conversación con el otro, o cuando no es capaz de expresar sus emociones o reaccionar y posicionarse en un debate. El sistema de enseñanza que tenemos hoy en día, es preocupante. Porque no conforme con que haya que esperar al final de la escolaridad para tener una supuesta opinión, al estudiante también se le regala el molde de su opinión, creando una única respuesta a cualquier cantidad de interrogantes.
“El docente sigue teniendo la última palabra, pero es importante que sea la última y no la primera, que el juicio de validez del docente sea emitido una vez que los alumnos hayan tenido oportunidad de validar por si mismos sus interpretaciones producidas en el aula” creo que esta es la mejor forma de evaluación. La co-correción y el análisis en grupo ayudan a atar esos cabos sueltos y a mantener a los estudiantes como una verdadera comunidad de lectores. El proyecto que se plantea en “Es posible leer en la escuela” es muy interesante ya que los alumnos tienen la oportunidad de escucharse y re-escucharse, no solo de escribir o transcribir lo que les resulta importante.
Como escritora jamás me había enfrentado con la responsabilidad de escribir y de dar a leer, de esta manera. He sido una víctima positiva de la  promoción de la lectura en las escuelas y esa es una de las razones por las que apoyo la causa lectora. La lectura y la escritura más que un contenido son prácticas sociales y creo que no hay cita que pueda expresar mi aprendizaje como esta: “Uno puede descubrir a los otros en uno mismo; podemos tomar conciencia de que no somos una sustancia homogénea y radicalmente extraña a lo que no es uno mismo: yo es otro. Pero los otros también son yos.”

A modo de conclusión, es posible escribirse en la vida… y cada vez nos acercamos un poco más a nuestros orígenes, a esos que pintaban bonita la vida y nos dejaban perdernos en los mundos que alguien creó para el disfrute. Hay esperanza, tendremos nosotros que ser los conejillos de indias de muchos experimentos educacionales, pero como joven me planteo no serlo en vano. Todos estos textos me han dado un fundamento teórico para no amordazar mis ideas, para escuchar las del otro y para unirlas conforme a un crecimiento colectivo. Le restamos demasiada importancia a las ideas. Los libros pueden decir lo mismo, pero jamás de la misma forma, e igual somos nosotros. La práctica de la tolerancia debe ir de la mano con la revolución del pensamiento crítico y participativo del docente. Ahora comprendo que como promotora de lectura y escritura no solo debo preocuparme por el estudiante sino también por el docente. Y aprendí que por más íntima que la lectura o la escritura sean, continúan siendo prácticas sociales, y están para ser compartidas, con mucho respeto en función a una actividad comunicacional. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Politecaria - Agosto II

Politecaria Bitácora de una bibliotecaria de preescolar Ciudad de Panamá, Panamá Agosto 2014 – Segunda Parte Con una lista de cosas por hacer y querer hacer, ya había pasado una semana en la biblioteca, llena de niños y niñas hermosos que disfrutaban venir una y otra vez. El horario era interesante, los periodos de tiempo eran de media hora con un grupo y sucesivamente de 8 am a 1:30 pm, con un tiempo para almorzar y dos periodos libres por los horarios de las clases. Estaba cada vez más feliz, me encontré con varios libros de la colección Ekaré, que es sin lugar a dudas mi editorial favorita por lo menos y algunos otros que me sacaron risas. Dentro de todo el caos que había en mi cabeza por el orden de las cosas, fui pensándome el mover varios muebles. Justo entrabamos en la unidad de Mis Amigos los Animales, cuando el departamento de enfermería organizó un concurso de mural alusivo a la alimentación saludable, y dentro de mi sabía que el cuento para esa semana no podía...

La Luna Perdió su Arete

El arete de la luna por siempre va a brillar!

Cuentos de mis pueblos

   En el marco de la celebración del día internacional de los pueblos indígenas, estoy feliz de poder compartir con ustedes mi pequeña colección de cuentos de la tradición oral indígena venezolana y panameña que han pasado por la mano del castellano  para ser compartidos con ¡todos l@s niñ@s! P or ahora cuento principalmente con tres colecciones Colección Narraciones Indígenas Ediciones Ekaré "Cuentos y leyendas de diferentes culturas indígenas de Venezuela con ilustraciones que reflejan los paisajes y la flora de cada región y cuentan el origen de los seres   y las cosas." Títulos de mi mapire El Rabipelado burlado El Dueño de la Luz El Burrito y la Tuna El Tigre y el Cangrejo El Conejo y el Mapurite Colección Warairarepano  Monte Ávila Editores "Warairarepano, nombre de esta nueva colección de Monte Ávila Editores dirigida al público infantil, es el mismo que le daban los karaka a la gran montaña guardiana del valle que h...